( He de insertar fotos genéricas debido a la prohibición de difundir imágenes de los personajes reales, en su derecho a su imagen pública. )
Hace tres meses tuve el segundo juicio con esa extraña pareja formada por una madre y un hijo, los célebres Llodi Puch y su santa madre. Es difícil saber quien está mas loco, si la madre o el hijo. El hijo tiene la desgracia de heredar los genes locos de su madre, y el haber estado en coma, debido a un accidente que tuvo de adolescente. Llordi Puch tiene daños físicos y su santa madre tiene los genes de la locura mala, la que le hace obrar de una manera antisocial y con mala leche.
Los dos juicios fueron por sus ocurrencias de locos, unos supuestos daños en la puerta de su casa, y en el caso de Llordi Puch por amenazas con un machete, estando " vestido con uniforme militar " según sus propias palabras.
Los dos juicios ( juicios de delitos leves ) han sufrido retrasos y problemas durante casi tres años.
El resultado final, la denuncia que me puso el demente Llordi Puch acabó en absolución al no presentarse al juicio. Cuando el denunciante no se presenta al juicio, automáticamente se considera que no afirma en su denuncia. Y eso a los jueces les toca mucho las pelotas o la patata. Normalmente condenan al denunciante a una multa de dos mil euros, mas las costas judiciales.
En el segundo juicio, que me puso la loca de la madre de Llordi Puch, acabó de una manera parecida. Me denunció sin pruebas, sin testigos y sin ninguna credibilidad, lo extraño es que los jueces de Arenys de Mar aceptaran la denuncia. La pobre loca se presentó al juicio sin nada, sin testigos, sin pruebas, sin nada, lo que en un jucio significa el suicidio. La infame mujer al entrar en la sala se hizo la enferma, el juez le preguntó si quería una silla para sentarse, a lo que ella se negó, el juez también le preguntó si estaba en condiciones de entender las preguntas, a lo que ella responsdió que sí. La loca de la vieja, en un momento dado se quedó de pie con la mente en blanco, como si no entendiese que hacía ella allí y que era aquello que le estaba pasando, El juez y el fiscal se quedaron mirándola sin decir nada. Finalmente el juez continuó con el juicio.
En mi turno de palabra, me acogí al derecho a tener un abogado de oficio, ya que no había podido tenerlo, debido a las restricciones de la Plandemia de acceso a los lugares públicos, y a la circunstancia increíble, de que ahora para acceder al colegio de abogados solo dan quince números por día, y hay que llegar a primera hora de la mañana, con el agravante de que el colegio de abogados solo abre tres o cuatro días a la semana.
Pedí un abogado de oficio por correo electrónico, pero ni se dignaron responderme. Así que en el juicio me declaré en indefensión y pedí un abogado de oficio, a lo que el juez y el fiscal reaccionaron con un gesto de entre desagrado y fastidio. El juez comentó que "dado el tipo de juicio que era no era necesario un abogado defensor ".
Entonces me acogí a mi derecho a no contestar a ninguna pregunta, lo que alivió al juez y al fiscal, porque la cosa iría rápida. Si hice uso de mi derecho a mi alegación final, y expliqué lo miserable que son esta madre y su hijo, que me están denunciando desde hace veinte años, y por cualquier motivo. Literalmente a la loca de la madre le molesta que dibuje por las noches, porque el ruido de los lápices y la goma de borrar, no la deja dormir. Pocos días después de que nos llegara la notificación para ir al juicio, la joputa de la madre me volvió a denunciar ¡¡ y de que manera !! empezó a lanzar gritos, parecía que había ocurrido algo grave, la madre llamaba a su hijo que estaba en la calle. La madre y el hijo gritaban tanto que un vecino bajó a ver que pasaba... y que pasaba, que según la loca de la madre, me había visto hacer unas rayadas en la puerta de su casa. LLamaron a la policía, vino la policía, la mujer loca seguía gritando, y resulta que las " rayadas en su puerta " llevan cuatro años, pero según la madre, " habían tres o cuatro nuevas, de unos cinco o seis centímetros que no estaban ". La loca de la madre dijo que ella, su hijo y el vecino que bajó también me vieron rayar la puerta, cosa que ambos negaron, lo negó incluso el propio hijo, lo cual hizo que su denuncia no tuviera ninguna credibilidad.
La policía llamó a mi puerta,yo me disponía a cenar. Un policía llevaba una cámara en el pecho y grababa la escena. El otro policía, literalmente me pidió perdón, pero su obligación era preguntarme. Lo negué todo, y le mostré una cerradura de mi puerta que tiene desperfectos porque alguien habia intentado entrar en mi casa forzando la cerradura. Y para mí unos de los sospechosos son Llordi Puch y su puta madre, y cuando digo puta no lo digo en sentido ofensivo, sino porque alguno de sus otros hijos no quieren saber nada de ella, porque saben o sospechan que son hijos bastardos.
La policía se mostró correcta conmigo, y me dijeron que quizás tuviese que ir algún día a declarar. Cosa que no ocurrió, porque la denuncia de una loca de esta índole va directamente a la papelera.
Cuando estaba explicando al juez estas cosas, la loca de la denunciante, de repente se puso a gritar como una loca, ya no se acordaba de que hacia unos minutos se hacía la enferma. Me dí cuenta de que el juez y el fiscal se dieron cuenta de quien era la mentirosa y falsa denunciadora.
Juicio visto para sentencia, que llegó muy pronto. El juez me absolvía de la denuncia por falta de pruebas,y no me condenaba a pena multa por que se me escapó un tuteo, fue en una única ocasión y rectifiqué enseguida. El juez no me pareció un juez inquisidor con ganas de condenar a gente, como tantos jueces lo son.
Y ahora viene lo bueno, según la ley, en los dos juicios que me pusieron los subnormales de Llordi Puch y su madre, al ser absuelto por la no presentación a juicio, y por no haber aportado pruebas, el acusado ( YO) tengo un plazo de quince años para demandarlos por daños morales, y por lo que se me ocurra. Y juro por mis muertos que lo voy ha hacer. Los voy a hundir mas de lo que ya están esta pareja de chiflados. De momento considero que una demanda de 60.000 euros es buena referencia. No tienen un céntimo, pero tienen un piso en propiedad que se puede embargar.
La madre lleva casi dos años sin salir de casa, cualquier día petará y la meterán en la fosa común, pero hay otra posibilidad, y es que esta extraña pareja de madre e hijo a veces tienen unas peleas, que da la sensación de que cualquier día el hijo matará a la madre. Cosas así las vemos de tanto en tanto en las noticias.
Llordí Puch hace años que se ve hundido, ya ha perdido el mal genio que le caracterizaba. Se ha llevado unas cuantas ostias por hacer el gilipollas, y hay alguna mafía que lo tienen sentenciado a muerte, por haberles mentido, y porque sospechan que por su culpa, algún miembro de esas mafias ha entrado en la cárcel. También hay algún grupo de gitanos que se la tienen jurada. De momento no lo matan.
Puede que se mate él mismo, pero antes seguramente matará a su madre.
Así es, así lo cuenta, vuestro amigo Administrar Principal. ( Que ahora somos varios ).
Los dos juicios fueron por sus ocurrencias de locos, unos supuestos daños en la puerta de su casa, y en el caso de Llordi Puch por amenazas con un machete, estando " vestido con uniforme militar " según sus propias palabras.
Los dos juicios ( juicios de delitos leves ) han sufrido retrasos y problemas durante casi tres años.
El resultado final, la denuncia que me puso el demente Llordi Puch acabó en absolución al no presentarse al juicio. Cuando el denunciante no se presenta al juicio, automáticamente se considera que no afirma en su denuncia. Y eso a los jueces les toca mucho las pelotas o la patata. Normalmente condenan al denunciante a una multa de dos mil euros, mas las costas judiciales.
En el segundo juicio, que me puso la loca de la madre de Llordi Puch, acabó de una manera parecida. Me denunció sin pruebas, sin testigos y sin ninguna credibilidad, lo extraño es que los jueces de Arenys de Mar aceptaran la denuncia. La pobre loca se presentó al juicio sin nada, sin testigos, sin pruebas, sin nada, lo que en un jucio significa el suicidio. La infame mujer al entrar en la sala se hizo la enferma, el juez le preguntó si quería una silla para sentarse, a lo que ella se negó, el juez también le preguntó si estaba en condiciones de entender las preguntas, a lo que ella responsdió que sí. La loca de la vieja, en un momento dado se quedó de pie con la mente en blanco, como si no entendiese que hacía ella allí y que era aquello que le estaba pasando, El juez y el fiscal se quedaron mirándola sin decir nada. Finalmente el juez continuó con el juicio.
En mi turno de palabra, me acogí al derecho a tener un abogado de oficio, ya que no había podido tenerlo, debido a las restricciones de la Plandemia de acceso a los lugares públicos, y a la circunstancia increíble, de que ahora para acceder al colegio de abogados solo dan quince números por día, y hay que llegar a primera hora de la mañana, con el agravante de que el colegio de abogados solo abre tres o cuatro días a la semana.
Pedí un abogado de oficio por correo electrónico, pero ni se dignaron responderme. Así que en el juicio me declaré en indefensión y pedí un abogado de oficio, a lo que el juez y el fiscal reaccionaron con un gesto de entre desagrado y fastidio. El juez comentó que "dado el tipo de juicio que era no era necesario un abogado defensor ".
Entonces me acogí a mi derecho a no contestar a ninguna pregunta, lo que alivió al juez y al fiscal, porque la cosa iría rápida. Si hice uso de mi derecho a mi alegación final, y expliqué lo miserable que son esta madre y su hijo, que me están denunciando desde hace veinte años, y por cualquier motivo. Literalmente a la loca de la madre le molesta que dibuje por las noches, porque el ruido de los lápices y la goma de borrar, no la deja dormir. Pocos días después de que nos llegara la notificación para ir al juicio, la joputa de la madre me volvió a denunciar ¡¡ y de que manera !! empezó a lanzar gritos, parecía que había ocurrido algo grave, la madre llamaba a su hijo que estaba en la calle. La madre y el hijo gritaban tanto que un vecino bajó a ver que pasaba... y que pasaba, que según la loca de la madre, me había visto hacer unas rayadas en la puerta de su casa. LLamaron a la policía, vino la policía, la mujer loca seguía gritando, y resulta que las " rayadas en su puerta " llevan cuatro años, pero según la madre, " habían tres o cuatro nuevas, de unos cinco o seis centímetros que no estaban ". La loca de la madre dijo que ella, su hijo y el vecino que bajó también me vieron rayar la puerta, cosa que ambos negaron, lo negó incluso el propio hijo, lo cual hizo que su denuncia no tuviera ninguna credibilidad.
La policía llamó a mi puerta,yo me disponía a cenar. Un policía llevaba una cámara en el pecho y grababa la escena. El otro policía, literalmente me pidió perdón, pero su obligación era preguntarme. Lo negué todo, y le mostré una cerradura de mi puerta que tiene desperfectos porque alguien habia intentado entrar en mi casa forzando la cerradura. Y para mí unos de los sospechosos son Llordi Puch y su puta madre, y cuando digo puta no lo digo en sentido ofensivo, sino porque alguno de sus otros hijos no quieren saber nada de ella, porque saben o sospechan que son hijos bastardos.
La policía se mostró correcta conmigo, y me dijeron que quizás tuviese que ir algún día a declarar. Cosa que no ocurrió, porque la denuncia de una loca de esta índole va directamente a la papelera.
Cuando estaba explicando al juez estas cosas, la loca de la denunciante, de repente se puso a gritar como una loca, ya no se acordaba de que hacia unos minutos se hacía la enferma. Me dí cuenta de que el juez y el fiscal se dieron cuenta de quien era la mentirosa y falsa denunciadora.
Juicio visto para sentencia, que llegó muy pronto. El juez me absolvía de la denuncia por falta de pruebas,y no me condenaba a pena multa por que se me escapó un tuteo, fue en una única ocasión y rectifiqué enseguida. El juez no me pareció un juez inquisidor con ganas de condenar a gente, como tantos jueces lo son.
Y ahora viene lo bueno, según la ley, en los dos juicios que me pusieron los subnormales de Llordi Puch y su madre, al ser absuelto por la no presentación a juicio, y por no haber aportado pruebas, el acusado ( YO) tengo un plazo de quince años para demandarlos por daños morales, y por lo que se me ocurra. Y juro por mis muertos que lo voy ha hacer. Los voy a hundir mas de lo que ya están esta pareja de chiflados. De momento considero que una demanda de 60.000 euros es buena referencia. No tienen un céntimo, pero tienen un piso en propiedad que se puede embargar.
La madre lleva casi dos años sin salir de casa, cualquier día petará y la meterán en la fosa común, pero hay otra posibilidad, y es que esta extraña pareja de madre e hijo a veces tienen unas peleas, que da la sensación de que cualquier día el hijo matará a la madre. Cosas así las vemos de tanto en tanto en las noticias.
Llordí Puch hace años que se ve hundido, ya ha perdido el mal genio que le caracterizaba. Se ha llevado unas cuantas ostias por hacer el gilipollas, y hay alguna mafía que lo tienen sentenciado a muerte, por haberles mentido, y porque sospechan que por su culpa, algún miembro de esas mafias ha entrado en la cárcel. También hay algún grupo de gitanos que se la tienen jurada. De momento no lo matan.
Puede que se mate él mismo, pero antes seguramente matará a su madre.
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