[justify]] Está en boca de muchos ciclistas de montaña, cazadores y caminantes, HAY UNA PLAGA DE PERROS ABANDONADOS EN LAS MONTAÑAS QUE RODEAN TORDERA, Y AL MENOS TAMBIÉN POR LA ZONA DE MAÇANET.
Recientemente, a mí me ha tocado enfrentarme en dos ocasiones con perros abandonados, y alguna otra vez con perros que se escapan de las casas donde viven, casas que están en plena montaña.
Uno era una especie de pastor belga, o mezclado con pastor alemán, o parecido. Fue en la pista que lleva a Maçanet, a menos de un kilómetro de distancia del restaurante Cal Coix, en la carretera N-II. El perro estaba totalmente solo, sentado en medio de la pista; nada mas verme llegar, se levantó y se dirigió hacia mí, ladrando amenazadoramente e intentando morderme en la parte baja de la piernas, o quizás los pies. Paré en seco, me bajé con mala leche de la bici, gritándole con rabia de verdad. ( ¿ Que es eso de que un perro te ladre y te amanace, cuando tu vas tan tranquilamente paseando por la montaña? )
El perro se asustó un poco y se retiró, pero siguió ladrándome y haciendo amagos de atacarme. Tiré la bici al suelo y cogí una piedra grande dispuesto a tirársela al perro. Esto ya le asustó un poco más y se retiró unos cuantos metros, aunque a mí me pareció que podía atacarme en cualquier momento. Cogí la bici, y seguí mi camino, mirando por el rabillo del ojo al perro, que no las tenía todas conmigo. Y no pasó nada más, por suerte.
La segunda vez, fue mucho mas cerca de Tordera, pasado el Parc Prudencia Bertrana, enfilando la pista hacia Maçanet, hay dos o tres casas seguidas, están juntas pero están muy aisladas del pueblo. En una de ellas hay dos pastores alemanes, que siempre que paso me ladran. En esta ocasión la puerta del patio de la casa estaba abierta, y los perros estaban afuera de la casa, estaban ladrando a unos perros de la casa de al lado. Y ¡¡ como no !! al verme pasar a menos de un metro de ellos, empezaron a ladrarme y hacer amagos de atacarme. Como los he visto docenas de veces, no les hice mucho caso, bajé la velocidad, y mirando hacia atrás intenté ver a los irresponsables de la casa, pero no vi a nadie, para llamarles la atención sobre sus perros agresivos.
Los perros me siguieron unos cuantos metros, no las tenía todas conmigo, como eran dos perrazos, preferí no parar de golpe y encararme, como he hecho otras veces. Seguí a un ritmo tranquilo, haciéndoles ver que no les tenía ningún miedo. Por suerte dejaron de perseguirme y se dieron la vuelta. Trescientos metros mas allá, me tocó oir los ladridos de otros perros, de una masía que estuvo okupada por inmigrantes, y que ahora parece ser que mas o menos vive gente normal, eso sí, con perros vigilando la casa, y tocando las narices a los que pasan por delante de ella.
Y no muy lejos de esa casa, justo la siguiente pasada la carretera, donde antes se ponían las prostitutas de carretera.. ¡¡ dos pastores alemanes más !!... pero estos siempre están atados y nunca me ladran; pero en esa ocasión si lo hicieron, me imagino que por mimetismo, como escucharon ladrar a los otros perros, ellos también lo hicieron. Quien sabe que mensajes se dan los perros con sus ladridos lejanos...
Y para acabar el concierto de ladridos de esa mañana, poco después de estos dos pastores alemanes, en la última casa o almacén, donde antes había una cuadra con burros endémicos catalanes, ( pequeños y con el hocico blanco ), hay varios perros vigilando una edificación muy cutre. Hay dos o tres perros junto a la entrada, son perros muy desastrosos, se ven muy castigados y hechos polvo, pero rodeando el edificio cutre, hay dos enormes perrazos, casi fieras, creo que son de alguna de las razas tipo mastín, que fácilmente pesan entre ochenta y cien kilos, según he leído por internet. De estos dos, hay uno que siempre me ladra, pero el otro se ve mas tranquilo y pasa de todo, aunque a veces también me ladra. El mas agresivo, tiene tendencia a querer saltar la valla, que es muy enclenque, y hay una esquina donde el perro la puede saltar muy fácilmente. Ignoro si alguna vez la habrá saltado, pero si salta y amenaza a alguien, con intención de atacar... ¡¡ que dios nos coja confesados !! porque no tendremos escapatoria. El perro nos derribará, bien mordiéndonos los tobillos, o bien mordiéndonos un brazo y empujando hasta tirarnos al suelo, cosa que conseguirá con mucha facilidad. Y ya en el suelo, nos tendrá a su merced y hará con nosotros lo que su instinto le impulse ha hacer.
Como anécdota que sirve como tienen el cerebro los dueños estos perros, destacar que enfrente de la casa tienen tendidas unas bragas de mujer de color, creo recordar que o pistacho o fosforito. Y solo hay unas bragas, no hay nada más. ¿ Pretender hacernos reír o amenazar con no se qué ? ¿ O se trata de una consigna entre torderinos ?.
Se de otro perro mastín de la zona, que está amenazando personas, ciclistas y paseantes. Esté está en las últimas casas de un ramal de la montaña, en la parte izquierda de Can Ferreres. La casa es fácilmente reconocible, porque tiene una zona vallada muy grande, hay varias construcciones juntas, y una de esas construcciones es una cuadra con caballos.
Antes habían dos mastines, los había visto pasear con un señor mayor, y parecían muy tranquilos, y el señor parecía de un cierto status social, que no tiene nada que ver con los torderinos.
Pero ahora al parecer, los perros se escapan por un agujero de la valla, se sientan cerca de la casa, pero afuera, y en cuanto ven pasar a alguien les ladran y amenazan. Como mínimo ocurrió el caso de un ciclista solitario, que se encontró con un uno de estos perros, cerrándole el paso y amenazándole, y el pobre chico se puso a gritar socorro, por si había alguien que pudiera amarrar al perro. Pero no salió nadie, y él se pudo escapar con la bicicleta, pedaleando con todas las fuerzas que aún le quedaban. Pero un poco mas abajo, se encontró con varios perros de otra casa, que alertados por los ladridos y gritos, estaban al acecho. Y como no, estos perros también le ladraron y le siguieron un buen trecho del camino, y casi le mordieron en las piernas.
Estos perros, yo me los he encontrado muchas veces. La casa no tiene valla propiamente dicha, solo tiene una especie de seto, que no evita en absoluto que los perros se escapen de la casa. A mí me han ladrado casi siempre, pero no les hago mucho caso. Hay uno que es un pastor alemán, o algo mezclado, pero basta un grito o una patada fuerte en el suelo para asustarlo. Aunque a veces han estado a punto de morder a alguien. Creo que están denunciados, pero los dueños parece ser que son de lo mas gilipollas del mundo. Creen tener la razón, según ellos los perros están en su casa, en su jardín, y no hacen daño a nadie, y no los piensa atar, ni poner una valla en condiciones.
Y recientemente han ocurrido casos de perros abandonados, sueltos por la montaña, que se vuelven salvajes, y que ladran y amenazan a cuantos encuentran por la montaña. Y varios de ellos son perros de los catalogados como peligrosos, que la gente los abandona porque o bien no los pueden mantener, o porque se han dado cuenta que esos perros, que de pequeños eran como juguetes, al ser mayores y corpulentos se vuelven agresivos hasta con los mismos dueños. Y algún día pasará una desgracia, porque estos perros peligrosos cuando atacan y sienten la sangre y el miedo de las presas, los muerden hasta matarlos, que de tanto en tanto ha pasado.
Puedo asegurar que encontrarse un grupo de perros salvajes por la montaña, yendo solo, acongoja al tío mas puesto. Si te das la vuelta te persiguen, y si te encaras y vas hacia donde ellos están porqué has de pasar por ahí, has de tener mucho temple, hacer ver que no les tienes miedo, tener algún cuchillo o machete a mano, sin amenazarlos pero que ellos vean que lo tienes...., y rezar para que no pase nada. A mi me ha funcionado más de una vez.
Y aprovecho la ocasión para confirmar un rumor, casi leyenda rural que circula por estos andurriales.
Es totalmente cierto, que el pasado verano, en una de mis acostumbradas caminatas por los montes cercanos, subí hasta el llamado Turó de Miralles, en la que hay una torre de vigilancia forestal. Desde mi casa acostumbro a tardar exactamente una hora y un minuto, ya sea en verano o en invierno.
Y en esa ocasión, cuando llegué a la explanada final, me encontré con cinco perros que aparentemente estaban solos, sin ningún dueño a la vista. Eran cuatro perros, mas bien pequeños o medianos, y un pastor alemán bastante grande.
Me sobresalté al verlos, pero estaban en una actitud mas bien tranquila, y me dirigí hacia un pilón de cemento para sentarme. El pilón estaba al lado de los perros. Cuando llevaba algo así como un minuto sentado, bebiendo agua y trasteando en mi mochila, uno de los perros, empezó a gruñir, y parecía que estaba comunicando algo a los otros perros. Y empezaron a gruñir y ladrarme varios de ellos. En pocos segundos el escenario cambió, de estar tranquilos, los perros se habían vuelto peligrosos, y dada la situación de cinco perros sueltos en plena montaña amenazando a un hombre solitario, se puede decir que aquello podía acabar en tragedia para mí.
Cuando observé que el pastor alemán también se había puesto nervioso y empazaba a gruñir, y uno de los perros ya se acercaba demasiado a mí, intentando morderme..., se despertó en mí algo que de tanto en tanto me revela como animal salvaje, que en el fondo es lo que somos los humanos, animales domesticados y sociabilizados.
Por puro instinto y sin pensármelo, saqué un machete que me ha salvado en más de una ocasión, y el bastón de senderismo, que es de aluminio con la punta de acero y lo tenía plegado, y que puede traspasar a una persona o animal, lo agarré con la otra mano...., y me salió un grito de salvaje, de Conan el Bárbaro..., porque realmente me instinto me decía que aquello era de ellos o yo, y que pensaba plantarle cara a aquellos perros. No pensaba correr ni escaparme, siempre he dado la cara en situaciones de peligro.
Y de pronto, escuché unas voces. Venían de la torre de vigilancia, eran un chico y una chica jóvenes, con apariencia o look tipo " alternativo " , y la chica me habló en catalán y me dijo algo así, como que " los perros no hacen nada ". Intercambiamos alguna corta frase, y los perros al notar que el tono de las voces mas bien era tranquilo, se sosegaron un poco. Y yo también, que me senté en el pilón de cemento, al lado de los perros, y al poco rato seguí me ruta por la montaña.
Quiero destacar que la torre de vigilancia estaba cerrada, y que la pareja de jóvenes, para llegar hasta lo alto, tuvieron que trepar por la estructura metálica, y después saltar hacia una escalera interior, y subir por ella hasta la plataforma que hay en lo alto de la estructura. No hay otro medio de subir.
O sea, que por esta zona del Maresme hay que tener cuidado con dos tipos de perros, los humanos y los de cuatro patas.
Y el sobrenombre de " Dogville " está mas que acertado, y es como se conoce el pueblo de Tordera. Y así será por los siglos de los siglos.
Admin.
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Recientemente, a mí me ha tocado enfrentarme en dos ocasiones con perros abandonados, y alguna otra vez con perros que se escapan de las casas donde viven, casas que están en plena montaña.
Uno era una especie de pastor belga, o mezclado con pastor alemán, o parecido. Fue en la pista que lleva a Maçanet, a menos de un kilómetro de distancia del restaurante Cal Coix, en la carretera N-II. El perro estaba totalmente solo, sentado en medio de la pista; nada mas verme llegar, se levantó y se dirigió hacia mí, ladrando amenazadoramente e intentando morderme en la parte baja de la piernas, o quizás los pies. Paré en seco, me bajé con mala leche de la bici, gritándole con rabia de verdad. ( ¿ Que es eso de que un perro te ladre y te amanace, cuando tu vas tan tranquilamente paseando por la montaña? )
El perro se asustó un poco y se retiró, pero siguió ladrándome y haciendo amagos de atacarme. Tiré la bici al suelo y cogí una piedra grande dispuesto a tirársela al perro. Esto ya le asustó un poco más y se retiró unos cuantos metros, aunque a mí me pareció que podía atacarme en cualquier momento. Cogí la bici, y seguí mi camino, mirando por el rabillo del ojo al perro, que no las tenía todas conmigo. Y no pasó nada más, por suerte.
La segunda vez, fue mucho mas cerca de Tordera, pasado el Parc Prudencia Bertrana, enfilando la pista hacia Maçanet, hay dos o tres casas seguidas, están juntas pero están muy aisladas del pueblo. En una de ellas hay dos pastores alemanes, que siempre que paso me ladran. En esta ocasión la puerta del patio de la casa estaba abierta, y los perros estaban afuera de la casa, estaban ladrando a unos perros de la casa de al lado. Y ¡¡ como no !! al verme pasar a menos de un metro de ellos, empezaron a ladrarme y hacer amagos de atacarme. Como los he visto docenas de veces, no les hice mucho caso, bajé la velocidad, y mirando hacia atrás intenté ver a los irresponsables de la casa, pero no vi a nadie, para llamarles la atención sobre sus perros agresivos.
Los perros me siguieron unos cuantos metros, no las tenía todas conmigo, como eran dos perrazos, preferí no parar de golpe y encararme, como he hecho otras veces. Seguí a un ritmo tranquilo, haciéndoles ver que no les tenía ningún miedo. Por suerte dejaron de perseguirme y se dieron la vuelta. Trescientos metros mas allá, me tocó oir los ladridos de otros perros, de una masía que estuvo okupada por inmigrantes, y que ahora parece ser que mas o menos vive gente normal, eso sí, con perros vigilando la casa, y tocando las narices a los que pasan por delante de ella.
Y no muy lejos de esa casa, justo la siguiente pasada la carretera, donde antes se ponían las prostitutas de carretera.. ¡¡ dos pastores alemanes más !!... pero estos siempre están atados y nunca me ladran; pero en esa ocasión si lo hicieron, me imagino que por mimetismo, como escucharon ladrar a los otros perros, ellos también lo hicieron. Quien sabe que mensajes se dan los perros con sus ladridos lejanos...
Y para acabar el concierto de ladridos de esa mañana, poco después de estos dos pastores alemanes, en la última casa o almacén, donde antes había una cuadra con burros endémicos catalanes, ( pequeños y con el hocico blanco ), hay varios perros vigilando una edificación muy cutre. Hay dos o tres perros junto a la entrada, son perros muy desastrosos, se ven muy castigados y hechos polvo, pero rodeando el edificio cutre, hay dos enormes perrazos, casi fieras, creo que son de alguna de las razas tipo mastín, que fácilmente pesan entre ochenta y cien kilos, según he leído por internet. De estos dos, hay uno que siempre me ladra, pero el otro se ve mas tranquilo y pasa de todo, aunque a veces también me ladra. El mas agresivo, tiene tendencia a querer saltar la valla, que es muy enclenque, y hay una esquina donde el perro la puede saltar muy fácilmente. Ignoro si alguna vez la habrá saltado, pero si salta y amenaza a alguien, con intención de atacar... ¡¡ que dios nos coja confesados !! porque no tendremos escapatoria. El perro nos derribará, bien mordiéndonos los tobillos, o bien mordiéndonos un brazo y empujando hasta tirarnos al suelo, cosa que conseguirá con mucha facilidad. Y ya en el suelo, nos tendrá a su merced y hará con nosotros lo que su instinto le impulse ha hacer.
Como anécdota que sirve como tienen el cerebro los dueños estos perros, destacar que enfrente de la casa tienen tendidas unas bragas de mujer de color, creo recordar que o pistacho o fosforito. Y solo hay unas bragas, no hay nada más. ¿ Pretender hacernos reír o amenazar con no se qué ? ¿ O se trata de una consigna entre torderinos ?.
Se de otro perro mastín de la zona, que está amenazando personas, ciclistas y paseantes. Esté está en las últimas casas de un ramal de la montaña, en la parte izquierda de Can Ferreres. La casa es fácilmente reconocible, porque tiene una zona vallada muy grande, hay varias construcciones juntas, y una de esas construcciones es una cuadra con caballos.
Antes habían dos mastines, los había visto pasear con un señor mayor, y parecían muy tranquilos, y el señor parecía de un cierto status social, que no tiene nada que ver con los torderinos.
Pero ahora al parecer, los perros se escapan por un agujero de la valla, se sientan cerca de la casa, pero afuera, y en cuanto ven pasar a alguien les ladran y amenazan. Como mínimo ocurrió el caso de un ciclista solitario, que se encontró con un uno de estos perros, cerrándole el paso y amenazándole, y el pobre chico se puso a gritar socorro, por si había alguien que pudiera amarrar al perro. Pero no salió nadie, y él se pudo escapar con la bicicleta, pedaleando con todas las fuerzas que aún le quedaban. Pero un poco mas abajo, se encontró con varios perros de otra casa, que alertados por los ladridos y gritos, estaban al acecho. Y como no, estos perros también le ladraron y le siguieron un buen trecho del camino, y casi le mordieron en las piernas.
Estos perros, yo me los he encontrado muchas veces. La casa no tiene valla propiamente dicha, solo tiene una especie de seto, que no evita en absoluto que los perros se escapen de la casa. A mí me han ladrado casi siempre, pero no les hago mucho caso. Hay uno que es un pastor alemán, o algo mezclado, pero basta un grito o una patada fuerte en el suelo para asustarlo. Aunque a veces han estado a punto de morder a alguien. Creo que están denunciados, pero los dueños parece ser que son de lo mas gilipollas del mundo. Creen tener la razón, según ellos los perros están en su casa, en su jardín, y no hacen daño a nadie, y no los piensa atar, ni poner una valla en condiciones.
Y recientemente han ocurrido casos de perros abandonados, sueltos por la montaña, que se vuelven salvajes, y que ladran y amenazan a cuantos encuentran por la montaña. Y varios de ellos son perros de los catalogados como peligrosos, que la gente los abandona porque o bien no los pueden mantener, o porque se han dado cuenta que esos perros, que de pequeños eran como juguetes, al ser mayores y corpulentos se vuelven agresivos hasta con los mismos dueños. Y algún día pasará una desgracia, porque estos perros peligrosos cuando atacan y sienten la sangre y el miedo de las presas, los muerden hasta matarlos, que de tanto en tanto ha pasado.
Puedo asegurar que encontrarse un grupo de perros salvajes por la montaña, yendo solo, acongoja al tío mas puesto. Si te das la vuelta te persiguen, y si te encaras y vas hacia donde ellos están porqué has de pasar por ahí, has de tener mucho temple, hacer ver que no les tienes miedo, tener algún cuchillo o machete a mano, sin amenazarlos pero que ellos vean que lo tienes...., y rezar para que no pase nada. A mi me ha funcionado más de una vez.
Y aprovecho la ocasión para confirmar un rumor, casi leyenda rural que circula por estos andurriales.
Es totalmente cierto, que el pasado verano, en una de mis acostumbradas caminatas por los montes cercanos, subí hasta el llamado Turó de Miralles, en la que hay una torre de vigilancia forestal. Desde mi casa acostumbro a tardar exactamente una hora y un minuto, ya sea en verano o en invierno.
Y en esa ocasión, cuando llegué a la explanada final, me encontré con cinco perros que aparentemente estaban solos, sin ningún dueño a la vista. Eran cuatro perros, mas bien pequeños o medianos, y un pastor alemán bastante grande.
Me sobresalté al verlos, pero estaban en una actitud mas bien tranquila, y me dirigí hacia un pilón de cemento para sentarme. El pilón estaba al lado de los perros. Cuando llevaba algo así como un minuto sentado, bebiendo agua y trasteando en mi mochila, uno de los perros, empezó a gruñir, y parecía que estaba comunicando algo a los otros perros. Y empezaron a gruñir y ladrarme varios de ellos. En pocos segundos el escenario cambió, de estar tranquilos, los perros se habían vuelto peligrosos, y dada la situación de cinco perros sueltos en plena montaña amenazando a un hombre solitario, se puede decir que aquello podía acabar en tragedia para mí.
Cuando observé que el pastor alemán también se había puesto nervioso y empazaba a gruñir, y uno de los perros ya se acercaba demasiado a mí, intentando morderme..., se despertó en mí algo que de tanto en tanto me revela como animal salvaje, que en el fondo es lo que somos los humanos, animales domesticados y sociabilizados.
Por puro instinto y sin pensármelo, saqué un machete que me ha salvado en más de una ocasión, y el bastón de senderismo, que es de aluminio con la punta de acero y lo tenía plegado, y que puede traspasar a una persona o animal, lo agarré con la otra mano...., y me salió un grito de salvaje, de Conan el Bárbaro..., porque realmente me instinto me decía que aquello era de ellos o yo, y que pensaba plantarle cara a aquellos perros. No pensaba correr ni escaparme, siempre he dado la cara en situaciones de peligro.
Y de pronto, escuché unas voces. Venían de la torre de vigilancia, eran un chico y una chica jóvenes, con apariencia o look tipo " alternativo " , y la chica me habló en catalán y me dijo algo así, como que " los perros no hacen nada ". Intercambiamos alguna corta frase, y los perros al notar que el tono de las voces mas bien era tranquilo, se sosegaron un poco. Y yo también, que me senté en el pilón de cemento, al lado de los perros, y al poco rato seguí me ruta por la montaña.
Quiero destacar que la torre de vigilancia estaba cerrada, y que la pareja de jóvenes, para llegar hasta lo alto, tuvieron que trepar por la estructura metálica, y después saltar hacia una escalera interior, y subir por ella hasta la plataforma que hay en lo alto de la estructura. No hay otro medio de subir.
O sea, que por esta zona del Maresme hay que tener cuidado con dos tipos de perros, los humanos y los de cuatro patas.
Y el sobrenombre de " Dogville " está mas que acertado, y es como se conoce el pueblo de Tordera. Y así será por los siglos de los siglos.
Admin.
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» MUJER ATROPELLADA POR TREN
» VIEJA SINVERGÜENZA
» MAS ROBOS EN BUZONES.
» ¿ ROBOS EN INDITEX-BERSHKA ?
» HOMBRE MUERTO A TIROS.
» CUIDADO CON LAS GESTORIAS, AGENTES DE FINCAS....
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